Llamamos “Duelo” a la etapa de la vida, en la que nos sentimos abatidos y tardamos en sanar una herida emocional causada por la pérdida de un ser querido o por otras pérdidas, incluso materiales.
En el duelo se suele pasar por 5 etapas:
- Negación. Es un sentimiento de incredulidad, de creer que no puede ser verdad. Esta negación es un mecanismo de defensa para adaptarse a un cambio tan drástico. “No puede ser” “Esto parece un sueño” “No me puede estar pasando a mí”
- Ira. Es la rabia por lo sucedido que se expresa hacia los demás, hacia sí mismo, hacia Dios, etc.
- Negociación. Esta etapa puede ocurrir antes de la pérdida, en caso de tener a una familiar con enfermedad terminal. En secreto, el doliente, busca hacer un trato con Dios u otro poder superior para que su ser querido no muera a cambio de una promesa. A veces, esta etapa del duelo se produce tras una ruptura de pareja y se intenta negociar para que esta no le abandone.
- Depresión. Es el sentimiento de tristeza, miedo e incertidumbre ante la nueva situación. Se siente profundo dolor y vacío.
- Aceptación. Consiste en aceptar la realidad de que nuestro ser querido se ha ido físicamente por lo que debemos comprender que ésta será la nueva realidad. Aprender a convivir con esta pérdida
Este es el recorrido que se transita para sanar la pérdida de un ser querido. Estas etapas no tienen por qué seguir un orden sino que se va y se viene de ellas hasta finalmente aceptar la pérdida como un hecho inevitable de la vida.
Muchas personas necesitan ayuda profesional para elaborar correctamente cada una de estas etapas y aceptar la realidad.
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