Es importante tomar conciencia de las consecuencias que el acoso escolar tiene en las víctimas que lo sufren.
El gran problema del acoso escolar es que a veces es invisible para los adultos y a menudo las víctimas lo callan por miedo o para no preocupar a sus familias. El agresor acosa a la víctima en los baños, en los pasillos, en el comedor, en el patio, reservando sus acciones durante la ausencia de mayores. En algunos casos, el acoso sobrepasa las paredes del colegio, pasando a ser telefónico o por correo electrónico. Las secuelas del acoso escolar pueden permanecer incluso en la edad adulta manifestándose en forma de miedos, inseguridad, baja autoestima, etc.
El perfil del ACOSADOR suele ser generalmente un alumn@ con un mal rendimiento académico, con rasgos de personalidad agresiva, poca o nula empatía con los demás y a veces falta de afectividad familiar. Acosan riéndose, pegando, poniendo motes, inventando cosas sobre la víctima, ridiculizando, amenazando, etc.
El perfil de la VÍCTIMA suele ser muy variado y pueden sufrir discriminación por: ser físicamente más débiles, poco sociables, tímidos, por su raza, por su condición sexual, por tener algún defecto o discapacidad, a veces por sacar mejores notas o por ser los más guap@s lo cual provoca envidia en los demás, etc.
Entre todos tenemos que evitar: el silencio de las víctimas, la impunidad de los agresores, la actitud cómplice de los que “jalean” a quienes cometen estos actos crueles, etc. educando a los menores a que hablen de sus problemas. Todos los adultos que tengan conocimiento de hechos continuados de agresión deben tomar las medidas necesarias para erradicarlo y en los casos más graves para que la justicia actúe.
En el acoso escolar, como en otras manifestaciones de violencia, la formación y la prevención son fundamentales. Formar a los hijos y a los alumnos en la solidaridad y el respeto a los demás es hacerlos mejores personas.
Las personas que educan a sus hijos para que sean buenas personas no solo evitan que hagan sufrir gratuitamente a los demás si no que traerán menos problemas a casa.
Para los alumnos que puedan leer esto:
- Si eres una víctima: Cuéntalo a tu familia y a los profesores.
- Si no lo eres: No apoyes ni rías las gracias de quienes se burlan de los demás, acércate a hablar con quienes veas solos o rechazados, presta tu ayuda a quien lo necesite, si ves a alguien sufrir cuéntalo al profesorado, no te rías ni ridiculices a nadie por “ser diferente”.
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