Dislalia: Dificultad para pronunciar correctamente uno o varios fonemas sin que haya malformaciones de los órganos del lenguaje. Los fonemas más comunes suelen ser: r, s, ch, f, k, z, l. Éstos se suelen omitir, deformar o sustituir por otros. Una mala pronunciación de uno o más fonemas puede ser motivo de complejo tanto en niños como en adultos. Si dejamos que pase el tiempo, sin intervenir , las incorrectas posiciones de articulación se fijan y de adultos es más difícil el tratamiento. Una mala articulación a partir de 6 años puede ocasionar problemas de seguridad en sí mismo, dificultades en lectura y escritura y baja autoestima. En adultos, la incorrecta pronunciación puede ser incluso de objeto de rechazo laboral. Hay determinadas profesiones en las que la buena pronunciación es un requisito imprescindible: locutores, periodistas, profesores, políticos, actores, cantantes, cualquier persona que tenga que dar conferencias o hablar en público… La intervención temprana es la mejor solución. A veces unas pocas sesiones de logopedia solucionan una dificultad que en el fututo puede ser un problema.
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