Los siguientes hábitos ayudan a prevenir los deterioros cognitivos:
1º TENER HÁBITOS DE VIDA SALUDABLE
No fumar, realizar ejercicio físico, controlar el azúcar en sangre, controlar la tensión arterial, alimentación saludable, peso adecuado, tomar suplementos de vitaminas D, E y sobre todo B12, etc.
2º EJERCICIO INTELECTUAL
Leer, hace crucigramas, jugar al ajedrez, estudiar, etc.
3º ENTRENAMIENTO COGNITIVO
Es dar un paso más que el consejo anterior. El entrenamiento cognitivo consiste en pasar un tiempo estructurado dedicado el entrenamiento del cerebro. Muchos estudios avalan que las personas que realizan entrenamiento cognitivo, guiado por profesionales de la neuropsicología, no llegan a desarrollar esta enfermedad o ésta se ralentiza.
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