En algunas relaciones de pareja que se inician no siempre los dos tienen la misma implicación, ni los mismos valores, ni los mismos sentimientos, ni las mismas intenciones…
Hay veces que se comienza una relación con ilusión, con sinceridad, con amor, por una de las partes, y pasado un tiempo esta persona empieza a sufrir por pura decepción, por verse traicionada, por las mentiras, por no ser correspondida, por esperar recibir lo mismo que daba, etc.
Y entonces hay que pasar página, acabar una historia que no te aporta y poner un punto final donde había unos puntos suspensivos.
Sin embargo, a pesar del dolor, hay que pensar que la vida es larga, queda mucha gente por conocer, muchas historias que vivir…A veces se cierra una puerta y se abren otras, quizá lo mejor esté por llegar, muchas veces el mejor amor no es el primero sino el último.
Te mereces un amor correspondido, alguien que te quiera y te valore, te mereces un amor que te anteponga, un amor que te dé seguridad, que presuma de ti, que te apoye en tus fracasos, que te defienda en tus batallas, que no le importen tus defectos. Te mereces un amor que te corresponda con un sentimiento sincero, que te ilusione y te acompañe.
Valórate, quiérete, no te culpes y sobre todo…no sufras por quien no te merece.
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