SLas personas manipuladoras son tremendamente hábiles para conseguir que los demás piensen o actúen como ellos quieren. Son verdaderos expertos en influir sobre la libertad de opinión y de actuación de los demás.
Esta actitud a veces es muy descarada y fácil de detectar. Sin embargo, en otros casos puede pasar mucho tiempo para darse cuenta que uno está en las redes de la manipulación.
ARMAS DE MANIPULACIÓN
- El mal carácter y la irritabilidad.
Algunas personas aprenden, desde pequeñas, que si se enfadan es fácil conseguir lo que quieren. Después, convertidas en adultos, hacen lo mismo, se malhumoran y se enfadan consiguiendo que se les dé la razón, un trato de favor. O que se les consienta más que a otros por miedo a enfrentamientos y peleas.
- La mentira y la ocultación
El mentir, el contar las cosas de forma diferente a como han sucedido, el ocultar datos, el repetir varias veces hechos inciertos hasta hacerlos creer verdaderos, etc. Se utiliza a veces con la finalidad de influenciar en las opiniones o en las actuaciones de los demás.
- El victimismo
Algunas personas utilizan la enfermedad, la edad o cualquier otro tipo de dificultades para dar pena e influir en los demás llegando a conseguir que otros actúen como ellos quieren, incluso llegan a coartar la libertad de quienes les rodean.
- La superioridad intelectual
El considerarse superiores cultural o intelectualmente es aprovechado por algunas personas para hacer predominar su opinión sobre los otros, conscientes de que lo que digan tendrá un determinado peso sobre quienes les escuchan.
- “La generosidad y la bondad”
Es el arma más sutil y difícil de desenmascarar. Una manipulación encubierta y planeada. Es cuando se utilizan la bondad, la generosidad, los favores, etc. con una finalidad oculta: “Me porto bien contigo porque quiero conseguir algo a cambio” “Te ayudo para que estés en deuda conmigo”, “Te apoyo a cambio de lealtad”, etc. En otras ocasiones, en un ejercicio de generosidad, se utiliza el dinero para comprar voluntades, actos e incluso sentimientos.
A nivel de grupo, las personas manipuladoras son influyentes sobre los demás, saben que “se les escucha”, ejercen su habilidad de convencimiento, desarrollan tácticas y saben cuándo utilizarlas en su beneficio.
Caerle mal a una persona manipuladora significa que hagas lo que hagas te enjuiciará y su juicio influirá en los demás. Por el contrario, si una persona le cae bien, aunque sus actos sean inapropiados, encontrará siempre motivos para justificarle y disculparle.
Esta es la mejor prueba de “la doble vara de medir”.
En la vida es mejor alejarse de las personas manipuladoras y si por algunas circunstancias no podemos, lo mejor es establecer nuestros límites.
Por el contrario, y para terminar en positivo, qué bonito es cuando alguien controla su mal carácter para no hacer sufrir a quienes le rodean, cuando alguien actúa con sinceridad aun sabiendo que esa sinceridad le perjudica, cuando se respetan las opiniones diferentes, cuando alguien se porta bien con los demás sin ninguna intención y sin pretender nada a cambio.
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